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pailebote santa eulalia

¿QUÉ ES UN PAILEBOTE?

Como definición, un pailebote es una embarcación con dos o más mástiles de igual altura, similar a una goleta, pero sin gavia. Principalmente su uso fue el mercante. Es una embarcación rápida y con mucha maniobrabilidad, junto con la peculiaridad de que no necesitaba tantos tripulantes como una goleta, se convirtió en una embarcación que, para trayectos medios por el Mediterráneo lo hicieron muy popular.

Existe mucha información histórica, pero puedo decir que, principalmente, surcaba principalmente el mediterráneo y más concretamente las costa catalana, valenciana e islas Baleares.

PAILEBOTE SANTA EULALIA, un poco de historia.

Esta embarcación fue construida en el año 1918 en Torrevieja, Alicante, por encargo de Pascual Flores, armador, y le puso de nombre el mismo que el de su hija, Carmen Flores. Por aquella época, su principal uso fue la de barco mercante, transportando cereales, madera, sal, minerales por el Mediterráneo y también por el Atlántico dirección a Cuba. En 1928 y para adaptarse a los nuevos tiempos, incorporó su primer motor. En 1975 se transformó en un barco auxiliar para realizar trabajos submarinos. También a cambiado de nombre y propietarios en varias ocasiones. Carmen Flores (1918), Puerto de Palma (1931), Cala San Vicenç (1936) y Sayremar Uno (1975).

En 1997, el Museo Marítimo de Barcelona lo compró en una subasta pública con el objetivo de preservar uno de los últimos pailebots existentes en el Mediterráneo. Entre los años 1998 y 1999 el Museo realizó los trabajos de restauración para devolverle el aspecto original e incorporarlo a su colección. En el año 2000 el pailebot fue botado con el nombre de Sata Eulalia en honor de la patrona de la ciudad de Barcelona.

LA TRAVESÍA

 Casi cada sábado el Santa Eulalia, zarpa del Moll de la Fusta, concretamente del muelle Bosch i Alsina, a las 10 de la mañana y hace un pequeño recorrido por el frente costero de Barcelona hasta el Fórum. Si el tiempo y el viento lo permite, se largan velas pudiendo disfrutar de una travesía casi silenciosa y de la brisa marina. La visión de Barcelona desde el mar merece la pena, es otra perspectiva, además de poder ver como la tripulación de forma organizada y coordinada realiza las tareas de marinería con total destreza.

El pasado 27 de mayo hice una travesía en este barco y debo confesar que fue toda una experiencia. Salimos a las 10 en punto, la hora de salida está directamente relacionada con los horarios que el puerto de Barcelona abre el puente del Maremagnum que separa el puerto deportivo del resto de las instalaciones portuarias. Momentos antes de zarpar, el capitán del barco nos indicó, a mi y al resto de pasajeros, las convenientes instrucciones a seguir en caso de emergencia, vamos, como lo que nos indican en los aviones, justo antes de despegar. La travesía duró aproximadamente tres horas, media hora para salir del puerto y otra media para entrar, lo que nos dejó con dos horas para ver toda la costa marítima de Barcelona hasta el Fórum y volver al puerto de Barcelona.

La mar estaba muy tranquila, y eso, evitó que ninguno de los pasajeros tuviera algún episodio de mareo o nauseas, en el caso de que la mar hubiera estado algo más movida ya nos advirtieron que el barco se movería mucho dado su diseño, tamaño y envergadura.

En resumen fue una experiencia que recomiendo y que por un módico precio (12€ x persona) se puede ver Barcelona desde otro punto de vista.

 

Trinquete, Mayor y Mesana

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